lunes, 13 de febrero de 2012

LEONARDO DA VINCI: EL GRAN FRACASO

La tristeza de la Gioconda

La sonrisa del retrato más famoso de todos los tiempos tiene un deje de tristeza, de soledad, de distante y leve amargura. Como Leonardo al final de sus días, nos mira imperturbable desde la distancia, desde la inmunidad eterna de la obra inconclusa, la la meta no conseguida pero que se acepta como inaccesible.

Retiro francés

En su retiro del pequeño pueblo de  Amboise  Leonardo da algunos retoques a su querido retrato, cultiva unos huertos, de vez en cuando baja a las cocinas a dar órdenes a los sirvientes y, sobre todo se dedica a la música, inventa instrumentos imposibles y compone piezas hoy perdidas para siempre.

Herencia de Leonardo

Leonardo espera la muerte sabedor de que todo se ha perdido, sin seguidores de renombre, sin grandes obras, sus inventos despreciados, sus descubrimientos anatómicos perseguidos por la Inquisición. sus aparatos voladores olvidados para siempre (cuando se descubran ya no serán útiles).

Genial fracaso

Es la impotencia del genio, lo abarcó todo, lo revolucionó todo pero todo desapareció en el torbellino de la Historia y cuando el viento volvió a depositarlos en tierra ya no servían de nada. No derramemos ni una sola lágrima por el genio que todo lo pudo, su fracaso es el nuestro.