viernes, 25 de febrero de 2011

Da Vinci en Damasco

Da Vinci estaba obsesionado por llegar a las fuentes del saber clásico que él creía estaban en Estambul, la antigua Constantinopla, Damasco y Bagdad, en esta última ciudad se había creado, bajo el reinado de Hàrun-al-Rasid, la Casa de la Sabiduría, una biblioteca que guardaba manuscritos de Alejandría que sobrevivieron a la destrucción de la biblioteca.
Debió llegar a Damasco entre 1497 y 1500 y desde ahí por tierra pretendía llegar a Bagdad cuando unas inundaciones le bloquearon en la región del monte Taurus. Nunca llegó a Bagdad pero en Estambul aprendió las técnicas de ingeniería más audaces y en Damasco conoció de primera mano la ciencia de la medicina y la anatomía.
Estos conocimientos le facilitó un año después entrar en la corte de Milán como arquitecto e ingeniero.
Pero ¿quien le facilitó los contactos para llegar a Estambul? Probablemente un joven veneciano que también estudiaba en Florencia.







La nueva obra vio la luz el año pasado, en ella trato de averiguar donde estuvo Leonardo antes de su llegada a Milán.
Desde hace tiempo se sabe que existe una laguna en nuestros conocimientos de la vida del pintor florentino.
Él mismo afirma haber estado en Siria pero la mayoría de los autores lo achacan a la imaginación de Leonardo y no dan ningún valor a su propio testimonio.  

sábado, 19 de febrero de 2011

Aviones en la Antigüedad

Leonardo ha pasado a la Historia como uno de los primeros inventores y diseñadores de máquinas voladoras pero, probáblemente no es sino uno de los muchos de una larga lista.
El primer avión que conocemos fue hayado en Saqqara y es una pequeña maqueta de un avión, con toda la apariencia de un diseño moderno quue pudo muy bien haber surcado los cielos de una lejana antigüedad.
Más controvertidos son unos pequeños aviones de barroco diseño que se exhiben en el museo del Oro de Bogotá y que posiblemente son copia de alguna antigua maqueta realizada por una civilización largamente desaparecida.

La herencia egipcia fue atesorada en lejandría durante siglos y probablemente recogida por un inventor de la Al-Andalus califal, nacido en Ronda pero instalado en Córdoba, a quien debemos un relog de agua y otros inventos y que, según diversos testimonios, llegó a volar con un ingenio de madera.
Bacon, afirmó que el hombre había ya creado en la antiguedad "máquinas voladoras" y "coches sin caballos" y es muy probable que hiciera esta afirmación basándose en el conocimiento de primera mano de documentos griegos provenientes de Alejandría.
Da Vinci, probablemente conoció ciertos códices tambien provenientes del mismo origen griego-alejandrino que habían servido a Bacon para anunciar la existancia de tales ingenios y que el toscano encontró en Estambul cuando permaneció en la nueva capital de los turcos antes de su fracasado viaje a Oriente. 

lunes, 14 de febrero de 2011

Las dudas de Leonardo

Todavía soy joven -se decía Leonardo al borde de la cueva donde él y su caravana de mercaderes venecianos y funcionarios turcos, se habían guarecido de las fuertes lluvias que asolaban  la región en aquella primavera en la que el clima parecía desbordar todos los lómites previsibles .

Los torrentes se agrandaban reclamando a la tierra un espacio que no les pertenecía, los cielos se abrían derramando ríos verticales hasta la tierra fangosa, las nieves de la cordillara del Taurus fundidas con los calores de una primavera adelantada se unían a los lagos y los ríos formando mares de agua dulce en el interior de las tierras otrora secas de Siria.
Da Vinci contemplaba el espectáculo sobrecogido y se preguntaba como habría  ctuado Marco Polo, a quien el toscano admiraba ¿que habría hecho el veneciano frente a una situación como aquella?
Para colmo, circulaban rumores de una pronta guerra entre turcos y venecianos, aliados desde la caída de Constantinopla y aún antes, pues la derrota de los Bizantinos se había producido, en parte por la negativa de los venecianos a ayudar a los últimos represemtantes del antiguo Imperio Romano de Oriente. Estos rumores hacían más dificil la situación ya de por si complicada.
-¿Que debo hacer? - se preguntaba Leonardo - ¿renunciar a mi proyecto de viajar por Siria hasta Persia y, si puedo, llegar incluso a la India? o ¿abandonar ahora que aún estoy a tiempo?

miércoles, 9 de febrero de 2011

Leonardo en Siria

Leonardo entró al servicio de Selim I, padre del famoso Soliman el Magnífico, al rededor de 1498, antes de establecerse en Milan a las òrdenes del Moro. Tras una estancia de nueve o diez meses en Estambúl, el sultán le encargó una embajada a las regiones del monte Taurus.
Un todavía joven Leonardo se sintió revivir, tras las tediosas jornadas de interminables y absurdas conversaciones en la corte entre turcos y venecianos negociando derechos de rutas comerciales. No obstante, durante esos largos meses Da Vinci no perdió el tiempo, estudió las técnicas de los ingenieros griegos y turcos para construir fosos y fortalezas, puentes y máquinas de guerra.

Leonardo se sentía como un nuevo Marco Polo, a quien admiraba. Pronto las cosas empezaron a no marchar bien, las gentes de la regiones montañosas eran oscas y ostiles, los elementos se pusieron en su contra, tuvieron que hacer frente a una enorme innudación y, cuando se estaba ganando el favor de los habitantes que sobrevivieron a la gran trajedia, la guerra entre Venecia y el Turco aconsejó una rápida retirada.
Todo esto lo cuenta Leonardo en una carta varios años despues de los acontecimientos, la primera que mandó al gobernador de Siria, se ha perdido.     

miércoles, 2 de febrero de 2011

Entrada Triunfal de Leonardo en Milán

Cuando Leonardo entra en la ciudad de Milán, no se presenta como un pintor o un escultor de la corte al uso, sino como lo que hoy no dudaríamos en calificar como un ingeniero.
Entre las muchas avilidades que expone ante Ludovico (el Dogo de Milán) están las de construir armas, levantar muros, desviar el curso de los ríos pero no la de pintar o esculpir, esto es, si acaso, algo secundaro tanto para El Moro (sobrenombre de Ludovico) como para él mismo.                                                                          
La pregunta es ¿donde ha aprendido estas nuevas artes Leonardo? Con anterioridad a  Milán Da Vinci ha recorrido Oriente Medio, ha pasado largo tiempo en Constantinopla entre los Venecianos que allí habitan y que tan buenos negocios hacen en la nueva corte del Turco y, émulo de Marco Polo, ha estado a las ordenes del Gobernador de Siria, para quien ha realizado diversas embajadas en aquel país.
El monte Taurus se erige en una cadena de montañasuna región inóspita de Siria.
Leonardo tenía especial interés en visitar esta zona por la que anduvo Santo Tomás evangelizando, tambien se dice que llegó a la India y que la leyenda del Preste Juan tiene su origen en comunidades cristianas establecidas en la indi a raiz de la evangelización de Tomás, el mellizo (era tan parecido a Jeús que los árbes dicen que fué él quien murió en la cruz.
¿Llegó Da Vinci a los montes Taurus, como afirma en uno de sus textos más enigmáticos?

Los Viajes de Leonardo

Según diversos autores Da Vinci fue un gran viajero, él mismo cuenta que en una ocasión llegó a Oriente Medio, en concreto a Siria, hay indicios de su paso por Constantinopla y, por supuesto, conoció y vivió en diversas ciudades de Italia y Francia.
                           Estudio para la construcción de un puente (Da Vinci)

El mayor enigma, sin duda, es su paso por Siria. En Una supuesta carta Leonardo se dirige al Gobernador de Siria dándole cuenta de sus vicisitudes por aquel pais, entonces bajo dominio turco. Tal carta supone un reto para los historiadores, la mayoría de los cuales niegan que se refiera a una estancia real allí, y atribuyen su contenido a elucubraciones fantasiosas el autor.
En realidad tal fantasía supone aún si cabe un reto mayor porque entonces hay que explicar las razones de tales elucubracions más propias de una jovencita de época victoriana que de un genio en tantos ámbitos como fue el pintor italiano.
Es muy probable que el viaje tuviera lugar antes de su traslado a Milán y que durante su periplo estuviera una larga temporada en Estambul donde aprendió diversas ingenierías relacionadas con la construcción de murallas o puentes e incluso la fabricación de armas.
Tales conocimientos habían sido muy útiles en la toma de la ciudad a los turcos.