domingo, 6 de marzo de 2011

Automóviles en la antigüedad

Es Roger Bacon quien por primera vez nos habla de inventos maravillosos que van más allá de la imaginación de le época en que vivió, en plena Edad Media. De entre sus obras detaca una : Sobre el Maravilloso poder del Arte y la Naturaleza en el que habla de la posibilidad de construir grúas para elevar pesos formidables, lentes para ver a grandes distancias, lámparas perpetuas y otros ingenios similares, pero lo más extraordinario es la descripción de coches sin caballos, máquinas voladoras, equipos de submarinismo... El libro parece haberlo escrito Julio Verne pero estamos hablando del siglo XIII, casi doscientos años del nacimiento de otro visionario: Leonardo Da Vinci.
Pero las sorpresas no terminan aqui, lo más llamativo es que Bacon no se refiere a estos artefactos como de posible fabricación futura sino que afirma que podían construirse en sus días porque ya se habías construído en el pasado.
¿De donde le llegó al egregio franciscano esta información?  Sin duda la influencia de Robert Grosseteste es fundamental en su vida ya que Grosseteste era un entusiasta de la cultura y la historia griegas y una suerte de alquimista, de su mano Bacon profundiza en la ciencia de la óptica, la astronomía y las matemáticas.
No obstante estos conocimientos vienen de escritos traducidos al latín probablemente en la famosa Escuela de Traductores de Toledo y de procedencia alejandrina. ¿Llegó a conocer Da Vinci estas fuentes? 


Editado por Fernando Dutilh
ferdutilh@yahoo.es  

No hay comentarios:

Publicar un comentario